El síndrome de Noé es una patología humana mental reciente, pero que va en aumento. El trastorno del comportamiento de quien lo padece consiste en la recogida de animales abandonados y acumularlos en su casa.
Los más habituales son perros y gatos, pero pueden ser animales de cualquier otra especie como conejos, hurones etc.
Los enfermos de Noé no son conscientes de su trastorno y defienden su causa como «amor hacia los animales». Esto los lleva a negar y no reconocer el maltrato que ocasionan en sus mascotas. Se han dado casos de cientos de animales que comparten techo y esto da pie a situaciones de alto riesgo por falta de espacio, higiene y alimento.

A menudo estos enfermos también sufren el síndrome de Diógenes y acumulan todo tipo de objetos y basura.
Los rasgos más comunes de estos enfermos son el vivir solos, la depresión, algún tipo de demencia y un carácter obsesivo compulsivo.
La mayoría de casos del síndrome de Noé se conocen por las denuncias de vecinos, bien sean por los ladridos excesivos o por el olor que desprende el domicilio causado por la acumulación caótica de basuras y heces de animal.
