¿Tu perro huele mal? Los perros no tienen por qué oler mal y menos tras un baño. Si esto ocurre y su olor resulta más fuerte de lo habitual o insoportable, puede ser por varias causas; desde una mala alimentación a una enfermedad como la sarna.
Aun así, informaros que las zonas que más le huelen son: el ano, los oídos y la boca. Y tened en cuenta las glándulas anales; son unos pequeños sacos llenos de líquido que se encuentran en el ano, tienen un tamaño similar al de las canicas y sirven como señales olfativas para otros perros. Las glándulas se vacían, por norma general, al ser presionadas al defecar, y su función es lubricar y facilitar la expulsión. Si un perro no es capaz de vaciarlas puede producirle infecciones y mal olor. Os daréis cuenta que no las vacía cuando veáis a vuestro can arrastras el culete por el suelo.

Perriconsejos: Las glándulas anales siempre deben ser vaciadas por un veterinario ya que de hacerlo mal podemos ocasionar fisuras.
Igual de importante son los oídos. Si no mantenemos una correcta higiene puede conllevar malos olores y desencadenar en otitis. Sin embargo, la limpieza debe de ser cuidadosa ya que de dejarlo húmedo o bien de hurgar en los pliegues, podemos causarle mucho daño.
Recordad que los perros pueden sufrir problemas bucales como los humanos, así que mantened una buena higiene bucal en vuestro can y ante la duda, siempre visitad un veterinario.